El Clásico ha llegado por fin. Si no recuerdo mal, llevamos esperando este partido desde el día 17 de agosto, cuando los cules nos ganaron la Supercopa. Esta vez, la previa, más que una previa, será una opinión personal que creo que muchos comparten conmigo. Empiezo:
Llegó la hora. En este partido la Liga puede cambiar de camino completamente. A nivel mundial, las casas de apuestas y los exfutbolistas que han opinado, dicen que el Real Madrid es el que, en principio, ganará esta noche. Pero atención, que el rival es el más grande que podemos tener hoy por hoy. Sí que es verdad que de momento, hemos superado a todos los equipos excepto al Racing y al Levante, incluyendo a Olympique de Lyon, Atlético y Valencia. Es cierto que aún nos quedan muchos partidos, pero si seguimos así, los podemos ganar todos perfectamente. En cuanto al Clásico, me gustaría confesar que el Barça me da mucho miedo. Llegamos a 6 puntos de ellos, jugamos en casa y ellos han perdido contra el Getafe recientemente, pero no nos podemos confiar ni un pelo. Aún nos duele el 5-0, y nos enfadamos cada vez que pensamos en todo lo que han llegado a hacer en nuestra contra: las tanganas, lo de "Españolitos, os ganaremos la copa", el teatro del bueno... Y por eso hoy hay que salir a todas. Para vengarse y sacar todos esos malos recuerdos hay que ganar. Pero tampoco hemos de salir con presión. Es un partido más, y si se ponen a 3, ¿que? No nos van a adelantar. Se nos pondrá la situación un poco mal, pero seguiremos líderes. Sin embargo, no podemos salir a ver qué pasa. Tenemos que dominar el partido y marcar nosotros los tiempos. Que ellos vayan a nuestro ritmo, y no al revés. Que den vueltas al campo con 80% de posesión, si quieren, pero que nosotros hagamos 250 contraataques en 20 segundos y creemos problemas en menos de lo que canta un gallo. Juguemos como siempre. Que hablen y derrochen confianza, que digan que "ganaran tranquilamente", que se preocupen por Merkel y Sarkozy, que apuesten por otra manita, que nos dejen por los suelos, que hagan ¡LO QUE LES DE LA GANA! Que hablen del gesto de Özil, que critiquen a Cr7 y a Mou, y a Florentino, y a mi vecina, ¡si se les antoja! ¡O que me critiquen a mí por lo que opino! Que nosotros no nos preocuparemos por ellos, que para eso tienen a la UEFA. A nuestra bola. Hoy, a nuestra bola. Hagamos nuestro el partido. Dejémonos de palabrerías y bobadas que no llevan a ninguna parte, y centrémonos en el futbol. Que esta noche la Liga se nos ponga de cara. Sea por goleada o por un penalti a favor en el último segundo. Pero hay que salir del campo sin aliento, pensando que somos los mejores, que nos hemos dejado la piel y el alma, y que hemos dado lo que teníamos y más. Si podemos decir eso, tenemos el permiso de estar orgullosos. ¿Que hay encuestas que el Madrid es el más odiado? No diré por dónde me meto esas encuestas. Y si eso es cierto, más odiados seremos si ganamos este partido. Pobrecillos los que nos odian, les acompaño en el sentimiento. Pasan su vida hablando mal de nosotros sin saber que a nosotros nos importa menos que nada su opinión. Pobres los que pasan los días criticando sin obtener resultados. Pobres los de los diarios tipo Sport o Mundo Deportivo, que inventan o modifican noticias a su gusto para desestabilizar al equipo y no lo consiguen. ¡Cuánta tinta malgastada, aquella que trata de convertir al Madrid en el peor equipo! Olvidémosles, que el tiempo coloca a cada uno en su sitio. Pero pido una cosa: pase lo que pase en este Clásico, que ganemos y sea recordado por lo bien que jugó el club blanco y cómo de animada estuvo la grada. Ganemos en lo deportivo y que les den otra copa por chanchullos, u otras cincuenta. Dentro del campo, queremos concentración, lucha, garra, empeño, ganas.... TODO. Y fuera de él, ni criticar, ni marrullear, ni hablar más de la cuenta, ni inventar, ni meterse con nadie... NI NADA. Porque el Real Madrid somos todos, tanto los que lo apoyan como los que no. Démosles una alegría a todos los madridistas y paguemos un psicólogo a los que no pueden vivir sin criticarnos. Que ha llegado la hora de poner las cosas en su sitio, que demasiado tiempo han estado descolocadas. ¡Hala Madrid!
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